Estados Unidos de Norteamérica ha sido, en muchos rubros, una sociedad de enorme influencia en todo el mundo. Su papel dominante a nivel económico, político y su gestación a partir de principios democráticos que materializan los valores de la ilustración francesa, los han colocado como un ejemplo a nivel global.
No pensemos que por ello Estados Unidos no tiene problemas, carece de crisis o está libre de conflictos. En realidad, es una nación que tiene graves problemas como cualquier otra. Su preponderancia cultural ha sido una de las maneras en las que han intentado vender una imagen de nación perfecta, idealista, igualitaria y justa; en realidad, arrastran grandes problemas de racismo y discriminación que se consideraban superados y cíclicamente aparecen profundas raíces para dejar ver lo contrario.
En medio de esta fuerte influencia cultural se encuentran sus instituciones de justicia. Su influencia ha sido tan profunda, sus modelos tan imitables, que incluso México, evolucionó su modelo romano-escrito hacia uno con grandes prácticas orales, precisamente tomando como inspiración la manera en que se desarrollan los procedimientos judiciales en el Norte.
Hollywood ha enseñado al mundo más del sistema legal norteamericano que cualquier otro canal de difusión. En efecto, a través de series y películas cualquier ciudadano mexicano tenía una idea preconcebida sobre cómo debía funcionar un juicio, apareciendo siempre elementos como el jurado, el acusado, el juez y demás elementos propios del esquema judicial anglosajón.
Dicho avasallamiento cultural fue vital y lo sigue siendo, al momento de definir cuáles son los crisoles, valores y principios generales del derecho que permean y dirigen las grandes aspiraciones de justicia en nuestro México lindo y querido.
El análisis legal del aborto es un gran ejemplo de ello. La Suprema Corte de los Estados Unidos resolvió el 22 de enero de 1973 el emblemático caso de Roe vs. Wade, en el cual se debatía si una mujer embarazada tenía derecho a elegir abortar sin que las restricciones estatales fueran un obstáculo. El fallo fue a favor de la causa de la mujer y la máxima autoridad legal de aquel país ordenó la anulación de innumerables leyes federales y estatales que regulaban o restringían el aborto.
Esa sentencia es una de las más famosas, discutidas y estudiadas resoluciones de justicia en todo el mundo y ha servido de ejemplo para que muchos países se inspiraran, adoptaran y propusieran conclusiones similares en el tema del aborto. De hecho, Roe vs. Wade ha sido bandera de batalla cultural de muchísimos movimientos feministas desde principios de los años 70 hasta nuestros días, tanto en suelo norteamericano como en incontables países alrededor del mundo.
El aborto siempre ha sido un tema polémico, tiene una innumerable cantidad de aristas en su desglose analítico que lo llevan a ser sin duda el tema más discutido dentro de las cortes de justicia, así como en las calles, pues los sectores de la sociedad tienen una opinión particular, como no podría ser de otra manera, pues lleva implícita, en la decisión que se tome, una vida humana.
Gracias a la resolución Roe vs. Wade surgió el análisis de los tiempos para permitir el aborto, pues en ese emblemático fallo se dividió el embarazo de 9 meses en 3 trimestres, en donde el primero el Estado no podía impedir el aborto, en el segundo trimestre podía imponer regulaciones sanitarias razonables y en el tercero se podían prohibir por completo, salvo los casos de excepción que las mismas leyes siempre contemplaron.
La decisión dividió a la sociedad norteamericana y surgieron los movimientos a favor y en contra del aborto. El impacto de dicha decisión es aún vigente y visible con los grandes enfrentamientos populares que se han verificado en las calles de innumerables países europeos y latinoamericanos, de mujeres levantando la voz a favor de la causa con la cual se identifican, asignando incluso sus arengas y manifestaciones con colores verde y morado, y que se han hecho presentes afuera de los congresos cuando están por modificar las leyes relacionadas con el tema.
Sorprendentemente, a 49 años de distancia del histórico fallo Roe vs Wade, y dejando al mundo jurídico completamente estupefacto, el día 24 de junio del 2022 la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos de Norteamérica, emitió un nuevo fallo en el juicio Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization, donde, con una votación de 6 votos a favor y 3 en contra, anula la primera, es decir, deja sin efectos y como consecuencia se anula todo lo emanado de tal determinación; de forma oficial Roe vs. Wade es nulificada, después de regir e influenciar al mundo por casi medio siglo. La razón para tal anulación se basó en la equivocada idea que mucha gente generó a partir de Roe vs. Wade, donde se llegó a creer que el aborto era un derecho constitucional de los norteamericanos.
Según la nueva sentencia del máximo tribunal de justicia norteamericano, su Constitución no hace referencia al aborto y ninguno de sus artículos protege implícitamente ese derecho. En consecuencia, “la autoridad para regular el aborto se devuelve al pueblo y a sus representantes elegidos”, lo que significa que la regulación del tema regresa a los estados, quienes de manera masiva están emitiendo de nuevo leyes estatales para regular el polémico tema.
El profundo impacto de esta determinación, la veremos pronto en el discurso de la lucha de derechos feministas, así como en los países donde Roe vs. Wade fue guía en sus leyes en materia de aborto. Así, a cinco décadas de distancia, las reglas del aborto cambian de nuevo.
